Adiós a las contracturas

Contractura muscular en trapecios

Las contracturas pueden llegar a eliminarse


Qué es una contractura muscular

Una contractura muscular es precisamente una contracción del músculo.

Los músculos son agrupaciones de fibras entrelazadas y conectadas entre sí, que se deslizan con el fin de conseguir un movimiento concreto, tienen elasticidad para contraerse y estirarse.

Las contracturas se producen cuando las fibras de un músculo se encuentran en un estado disfuncional que provocan una contracción involuntaria y mantenida en el tiempo, originando dolor localizado y limitación de movimiento. Pueden surgir en cualquier músculo del cuerpo, pero lo más común es que aparezcan en el cuello, espalda, lumbares, temporomandibular o gemelos.

¿Qué es el estado disfuncional de las fibras musculares?

De la misma forma que los músculos necesitan determinados nutrientes para funcionar correctamente, también generan desechos metabólicos a consecuencia de ello.

Cuando el organismo no es capaz de eliminar estos desechos, bien porque se producen más desechos de los que eliminan, o bien porque no se eliminan a la velocidad adecuada, estos desechos se acumulan en la fibra muscular, impidiendo el acceso de sangre que los depure.

Es cuando se origina un círculo vicioso, ya que impedir que la sangre llegue, produce más acumulación de desechos, produciendo inflamación e irritación en los receptores nerviosos que provocan dolor y la hipertonía o el aumento del tono de la musculatura.

Síntomas de la contractura muscular

Los síntomas más habituales suelen ser:

  • Dolor localizado
  • Limitación en los movimientos
  • Rigidez articular y muscular
  • Debilidad muscular
  • Mareos, en caso de la zona cervical o temporomandibular
  • .
  • Hormigueo o entumecimiento de partes adyacentes:
    • En contracturas en cuello o espalda alta, pueden producirse esas sensaciones hacia las manos o brazos.
    • En contracturas en lumbares, llegar a dormirse las piernas u originar ciática.

¿Cómo se producen las contracturas?

  • Por exceso de actividad. Como se ha explicado anteriormente, el cuerpo consume sustancias para poder funcionar, y a su vez genera residuos de desecho. En una actividad habitual, el cuerpo tiene recursos suficientes para eliminar lo que se va produciendo; pero cuando nuestro cuerpo no está acostumbrado a la actividad y no es capaz de asumir la limpieza de esas sustancias, pueden quedar restos que produzcan inflamación y dolor, dando lugar a contracturas.
  • Traumatismos, estiramientos excesivos u otra lesión. Cuando sufrimos un golpe o una lesión, nuestro cuerpo tiende a proteger la zona afectada retrayendo la musculatura para prevenir un mayor daño. Esto puede causar sobrecarga muscular y limitación de movimientos. Por ejemplo, cuando nos lesionamos una articulación, hueso o músculo, la musculatura circundante se tensa, a veces formando nudos o contracturas.
  • Debilidad muscular. Cuando le sometemos a una fuerza que no es capaz de soportar.
  • >strong>Estrés, ansiedad o tensión emocional. Algunos estados emocionales provocan la liberación de sustancias químicas en todo el cuerpo, afectando los músculos y promoviendo una contracción sostenida.
  • Deshidratación o mala alimentación. A veces, la insuficiencia de nutrientes y minerales que provee una adecuada hidratación y alimentación puede provocar esta disfunción muscular.
  • Mantener una postura durante mucho tiempo. Una postura mantenida durante mucho tiempo puede ser más perjudicial que una mala postura. Las contracturas o nudos musculares suelen originarse por mantener posturas prolongadas durante las horas de trabajo, especialmente para quienes trabajan en oficinas y pasan mucho tiempo sentados frente a un ordenador.
  • Sedentarismo. La falta de ejercicio diario puede debilitar los músculos. Por lo tanto, cuando realizamos actividades más exigentes de lo normal, los músculos se esfuerzan más de lo que pueden soportar, lo que puede provocar contracturas.
  • Gestos repetitivos sin una buena musculatura de base. La falta de ejercicio diario puede debilitar los músculos. Por lo tanto, cuando realizamos actividades más exigentes de lo normal, los músculos se esfuerzan más de lo que pueden soportar, lo que puede provocar contracturas.
  • Frío. Las temperaturas frías propician la contracción muscular como mecanismo para evitar la pérdida de calor corporal.

Tratamiento de las contracturas

Muchas contracturas desaparecen en un intervalo relativamente corto, de 4 días a 2 semanas, ayuda la aplicación de calor, automasajes, cremas analgésicas con efecto calor, entre otros remedios. Si la contractura no desaparece o el dolor no remite en unos cuantos días, es conveniente que acudir a profesional de salud.

El tratamiento de las contracturas musculares generalmente incluye antiinflamatorios (como ibuprofeno o diclofenaco), relajantes musculares (como benzodiacepinas) y aplicación de pomadas para el dolor muscular. El calor local suave alivia la contractura, mientras que el frío suele ser contraproducente. Si la contractura persiste, es recomendable consultar al médico para una evaluación adecuada.

Para contracturas crónicas, donde los masajes, la aplicación de calor local, ejercicios en casa, la medicación o el trabajo de fisioterapeuta no han conseguido eliminar el dolor, los especialistas aconsejan realizar pilates y/o natación, para fortalecer los músculos y ayudar a desaparecer ese estado de disfunción en las fibras musculares. La práctica de estos deportes además proporciona un sinfín de ventajas para la salud física y mental.

Prevenir las contracturas

  • Es importante hacer ejercicio regularmente y trabajar en el fortalecimiento tanto de los músculos profundos como de los superficiales. Las clases de pilates y la natación pueden ser una excelente opción para lograrlo.
  • Aunque se nos pasa inadvertido resulta clave variar la postura con regularidad. Trabajando, estudiando o dedicando mucho tiempo a una actividad, hay que cambiar de posición cada 20-30 minutos incluyendo estiramientos para mantener la flexibilidad de loa músculos.
  • Para reducir el estrés o manejar problemas emocionales, considera practicar técnicas de relajación como mindfulness o buscar apoyo de un profesional de la salud mental.
  • Hábitos saludables, alimentación adecuada, buena hidratación y descanso suficiente. Esto ayuda a mantener niveles de energía adecuados que favorecerá la recuperación muscular al final del día.

Aliviar el dolor crónico de las contracturas

CeBeDol es una crema de masaje destinada a promover una sensación de bienestar y confort en el caso de dolores musculares y articulares.

CeBeDol CeBeDol contiene Cannabinoides extraídos del Cannabis Sativa que han sido encapsulados en Niosomas para aumentar su biodisponibilidad y su tiempo de permanencia en los tejidos. Los Cannabinoides, así encapsulados, desarrollan su actividad antiinflamatoria y analgésica sobre el foco del dolor a la vez que modulan las terminaciones nerviosas que transmiten la percepción dolorosa, proporcionando un importante alivio de la misma.

CeBeDol crema incluye en su formulación una serie de activos naturales, como Árnica Montana, Arpagophytum Procumbens, Boswellia Serrata, Eucaliptol y Cineol, entre otros, que han sido especialmente escogidos por su reconocida actividad en el alivio de contracturas, tortícolis, lumbalgias, dolores musculares y reumáticos, etc.

CeBeDol ha pasado todos los certificados de calidad, para un uso seguro, solo puede comprarse en farmacias o en la tienda oficial de AZ Pharma Care.

CeBeDol para alivio del dolor
CeBeDol

CeBeDol


Alivio y bienestar para el dolor


Previene y alivia:

  • Torceduras

  • Tortícolis

  • Lumbalgias

  • Golpes

  • Esguinces

  • Calambres y malestares musculares

Colabora para:

  • Generar propiedades antiinflamatorias y analgésicas

  • Producir efecto calor y vasodilatación

  • Regenerar cartílago articular

18,15€

(IVA incluido)