La Academia Española de Dermatología y Venereología expone que entre el 2-7% de la población adulta y un 10-20% de la infantil padece dermatitis atópica.
La atopia es una patología inflamatoria crónica de la piel que cursa con brotes, donde el signo más importante es el picor y la lesión fundamental son los eczemas.
Los eczemas pueden evolucionar a eritema, rojez, inflamación, maceración de la piel, vesículas y descamación) localizados en diferentes partes del cuerpo.
Además, el propio sudor, contiene elementos irritantes provocando una mala regulación de la temperatura. A esto se le añade otros enemigos de la piel atópica: calor, cloro de las piscina, falta de humedad o clima seco.
En conclusión la piel atópica , se seca con facilidad y se deshidrata, se irrita y se enrojece, y sin cuidados puede volverse más reactiva.
Cuidados para la piel atópica
- Mantener una constante rutina de limpieza (gel pH neutro) y de hidratación varias veces al día (sin escatimar)
- Protegerse del sol con cremas 50+ FPS
- Baños de mar cortos e inmediatamente ducha para eliminar sustancias irritantes
- Al llegar de la playa o piscina ducha ligera e hidratación
- Aplicar tratamiento prescrito por dermatólogo o farmacéutico
- Llevar una alimentación adecuada rica en vitaminas A, B y C, cargada de antioxidantes y betacaroteno. Las nueces y los pescados azules favorecen la producción de colágeno y elastina.
- Beber muchísima agua.
Estos sencillos hábitos, son los recomendados por expertos, para ayudar a disfrutar del verano sin perjudicar la piel atópica.